Los mitos del vino son infinitos y de toda escala. Algunos parecen muy realistas, otros son totalmente descabellados. Cuando nos reunimos con otras personas que, aparentemente, saben de vino, es común recibir datos curiosos o consejos sobre los mismos.

Desde Bodega Miguel Domecq queremos ayudarte a identificar estos mitos. ¡Quién sabe! Igual más de uno te pilla con la guardia baja.

 

1. El vino se sirve a temperatura ambiente

¡Falso! La temperatura ambiente puede variar mucho y no es la ideal para disfrutar de un buen vino tinto. Lo correcto es servirlo ligeramente fresco, entre 16 y 18 grados.

 

¿Por qué es importante la temperatura del vino?

  • Aromas: La temperatura influye directamente en cómo percibimos los aromas del vino. Si un vino tinto se sirve demasiado frío, los aromas frutales se verán atenuados. Por el contrario, si se sirve demasiado caliente, el alcohol predominará y los aromas se volverán más volátiles.
  • Sabor: La temperatura también afecta la percepción del sabor. Un vino tinto demasiado frío puede parecer más ácido y menos redondo. Un vino tinto demasiado caliente, por otro lado, puede parecer más alcohólico y menos complejo.
  • Cuerpo: La temperatura influye en la sensación del vino en boca. Un vino tinto frío puede parecer más ligero y menos estructurado. Un vino tinto caliente, por el contrario, puede parecer más denso y con más cuerpo.

 

2. El mito del vino viejo que dice que es el mejor

¡No necesariamente! De hecho, la calidad de un vino no depende únicamente de su edad. Muchos vinos están diseñados para disfrutarse jóvenes, mientras que otros pueden mejorar con el paso del tiempo.

El envejecimiento del vino depende en gran medida del tipo de vino y de las uvas con las que ha sido elaborado. Los vinos jóvenes, como algunos blancos y rosados, están pensados para consumirse en su frescura, destacando por sus aromas afrutados y su vivacidad en boca. Consumirlos demasiado tarde puede hacer que pierdan esa frescura característica.

 

3. Cuanto más caro, mejor el vino

Este es uno de los mitos más extendidos y, sin duda, uno de los más peligrosos para tu bolsillo. La idea de que un vino caro siempre es mejor que uno más económico puede llevarnos a gastar mucho más de lo necesario, sin disfrutar de una calidad superior. Pero, ¿es realmente el precio un indicador fiable de la calidad del vino? No siempre.

Es importante aprender a evaluar un vino por sus características organolépticas más que por su precio.

 

4. El corcho es superior al tapón de rosca

¡Depende! Ambos tipos de cierre tienen sus ventajas y desventajas. El corcho tradicional aporta cierta nobleza al vino, pero los tapones de rosca garantizan una mayor hermeticidad.

Ni el corcho ni el tapón de rosca son superiores en todos los casos; simplemente están diseñados para diferentes propósitos. Al final, la elección del cierre tiene más que ver con el tipo de vino y cómo se pretende que evolucione o se disfrute.

 

5. El vino tinto debe oxigenarse durante horas antes de servirlo

Tienes que tener presente que no todos los vinos necesitan este proceso. Si bien es cierto que algunos vinos tintos mejoran con un poco de aireación, esto no significa que deban estar “respirando” durante horas antes de poder disfrutarse.

 

La idea detrás de la oxigenación es que el contacto con el aire ayuda a liberar los aromas y sabores que están “encerrados” en el vino, permitiendo que se abran y se vuelvan más accesibles al paladar. Sin embargo, la cantidad de tiempo necesario para este proceso varía dependiendo del tipo de vino.

Vinos jóvenes y frescos, especialmente aquellos con taninos suaves, apenas necesitan oxigenarse. De hecho, en muchos casos, pueden perder parte de su vivacidad si se exponen al aire durante demasiado tiempo.

Estos son los 5 mitos del vino más famosos, pero hay muchos más. Como siempre, todo depende del vino elegido. Si haces tu pedido en Miguel Domecq y tienes dudas de cómo saborear cada vino al máximo,

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