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Viajamos a tierras gaditanas. Un lugar identificado tradicionalmente con vinos generosos del marco de Jerez pero donde hay una nueva tendencia emergente. Tanto dentro del marco de Jerez como fuera de él, varias bodegas han apostado por los vinos tranquilos blancos, siempre muy reconocidos en la tierra, pero también por tintos de unas calidades cada vez más reconocida.
La historia de la elaboración de los vinos en Cádiz, concretamente en el marco de Jerez desde el siglo XVII, siempre ha estado directa e intrínsecamente relacionada con vinos generosos de diferentes tipos.
Este marco de Jerez: tierra de finos, manzanillas, palo cortados, amontillados y olorosos, se encuentra en el triángulo que forman El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera. Estos tres municipios elaboran todos esos vinos que se recogen en la denominación de origen Jerez-Xérès-Sherry.
El marco tiene unas características únicas. Por un lado un clima suavizado por la humedad e influencia de los vientos del Océano Atlántico que tanto benefician a la uva y por otro la tierra albariza, que guarda bajo su capa blanca una magnífica capacidad retentiva de humedad.
El marco de Jerez es una región vitivinícola privilegiada y única que se ha puesto de moda en los últimos años. Esto es debido a los premios que han recibido sus vinos generosos en prestigiosos concursos nacionales e internacionales y también al reconocimiento de los gurús, aunque es cierto que las ventas no han crecido en la misma línea.
Sin embargo el marco de Jerez ha cambiado en los últimos tiempos pues dentro de él han aparecido muchas bodegas que se incluyen en la IGP Vinos de la Tierra de Cádiz, que fue reglamentada por la Junta de Andalucía en 2005.
Dentro de la IGP tierra de Cádiz se elaboran unos maravillosos vinos tranquilos tanto blancos como los emergentes tintos. Para los vinos tintos se usan variedades Syrah, Monastrell, Merlot, Tintilla de Rota, Petit Verdot, Cabernet Franc, Garnacha Tinta, Tempranillo, y Cabernet Sauvigno. Para los blancos se usan las variedades Garrido, Palomino, Chardonnay, Moscatel, Mantúa, Perruno, Macabeo, Sauvignon Blanc y Pedro Ximénez. Recientemente se han añadido las Verdejo, Riesling, Mollar Cano y Graciano
Vinos tintos en territorio clásico de vinos generosos
Con esta situación y la apertura de nuevas bodegas en Cádiz, sumadas a las antiguas, la provincia de Cádiz está llamada a liderar la elaboración de vinos tintos y blancos en sur de España. Además se suma el tirón que viene teniendo Cádiz como destino turístico y vinícola.
Hace ya más de una década que surgieron estas primeras nuevas bodegas. Algunas están ya posicionadas con una identidad propia y sobre todo con una clara vocación comercial nacional e internacional. Desde entonces han surgido también otras pequeñas bodegas con sus marcas de vinos asociadas y que poco a poco se abren paso en tiendas especializadas y restaurantes.
De momento estos vinos no tienen denominación de origen sino solamente la Indicación Geográfica Protegida “Vinos de la Tierra de Cádiz”.
Esta peculiaridad hace que estas bodegas y sus vinos se vean en ocasiones en la obligación de justificarse, primero por elaborar tintos en tierra de generosos y después por proceder del sur de España donde en la historia más reciente no ha habido una tradición señera de la elaboración de estos vinos.
Un escenario complicado sin duda, pero en conjunto hay marcas como las que incluye el portfolio de la bodega Miguel Domecq que ya están rompiendo barreras y estereotipos.
Desde su Espumoso Talayón, un delicioso Brut 100% Chardonnay elaborado con el método tradicional, pasando por la gama Entrechuelos, que cada vez tiene más penetración en el mercado tanto con sus vinos tintos como blancos.
Dentro de la gama Entrechuelos destaca el Blanco Chardonnay 100%. Otro blanco buque insignia es el Alhocén Blanco, elaborado con uva Chardonnay al 100% y fermentado en barrica.
Dentro de los tintos, están el Roble , Tercer Año, Premium, Alhocen Selección Personal, y el recién llegado TORRE DE CERES. Este último elaborado 100% con uva Tintilla de Rota frente al resto que están elaborados con uvas francesas.
“Son todavía contadas las bodegas y marcas existentes, y no todas de fácil localización en cualquier tienda vinícola o restaurante; no olvidemos de lo que estamos hablando, vinos tintos que salen etiquetados con la indicación geográfica protegida Vino de la Tierra de Cádiz (VdT) (…)”
Tintilla de rota: la nueva tendencia y marchamo de calidad
La tintilla es una variedad de uva autóctona de la comarca de Rota. Esta uva vivió en el pasado momentos gloriosos para luego quedar casi extinguida hasta la llegada del resurgir actual impulsado por las nuevas bodegas de la tierra de Cádiz.
Entre el s. XVII y primera mitad del s. XX, el vino tintilla era considerado como uno de los mejores vinos del mundo. Se exportaba a varios países como Reino Unido, Holanda, Bélgica, Francia, Italia, Marruecos y Estados Unidos. En el mismo puerto de Nueva York se encontraba una tienda para la venta con un cartel que decía: “Tintilla of Rota. Spain”.
De la Tintilla de Rota se tienen referencias desde 1880 relacionadas con su uso para la elaboración de vino. Tiene sus granos pequeños y alargados, con aromas concentrados y poca agua, y antiguamente estaba destinada también para la elaboración de vinos tintos secos acompañando a variedades tintas de gran nombre y comportándose de manera excepcional.
De hecho, y gracias a los adelantos genéticos, se ha demostrado que la tintilla es la misma variedad que el graciano riojano o la parraleta aragonesa pero con algunas diferencias morfológicas debido a la diferencia climática y de terreno.
La historia de la tintilla de Rota también es curiosa por su supervivencia a la filoxera. Al ser una vid fuerte, se pensó que era resistente a la filoxera (1870) cuando resistió sus devastadores ataques. Sin embargo esto fue debido en realidad a los suelos arenosos donde estaba cultivada, ya que la filoxera no viaja por arenas.
Al ser un fruto de poca producción (un kilo de uva tintilla equivale a medio litro de vino), su cultivo fue desapareciendo lentamente, y hoy solamente hay unas cuantas hectáreas existentes en la provincia gaditana.
“Entre el s. XVII y primera mitad del s. XX, la tintilla era considerada como uno de los mejores vinos del mundo. Se exportaba a varios países como Reino Unido, Holanda, Bélgica, Francia, Italia, Marruecos y Estados Unidos. (…)”