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¿Has oído hablar de los vinos tranquilos? Si eres un aficionado al mundo del vino, seguro que conoces esta variedad. Y es que, aunque su nombre puede llevar a confusión, se trata de un tipo de vino caracterizado por su ausencia de burbujas y su menor graduación alcohólica.
En Miguel Domecq elaboramos vinos tranquilos de la Tierra de Cádiz desde hace años. ¿Te interesa conocer sus peculiaridades? En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los vinos tranquilos.
¿Qué son los vinos tranquilos? Definición
Los vinos tranquilos son aquellos que no tienen burbujas ni gas carbónico añadido, lo que significa que no tienen efervescencia. Se les llama “tranquilos” porque su proceso de fermentación se realiza en un ambiente cerrado, sin contacto con el aire. Este tipo de vinos también se conocen como vinos sin aguja o vinos planos.
Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la característica principal para clasificar un vino como “tranquilo” es que su concentración de dióxido de carbono sea menor a 4 gramos por litro a 20°C. Esta medida garantiza que el vino no tenga burbujas ni efervescencia, lo que lo diferencia de otros tipos de vino como los espumosos o los gasificados. De esta forma, este tipo de vinos tienen un carácter más suave y equilibrado, lo que los convierte en una opción ideal para maridar con comidas ligeras o para disfrutar en una tarde de verano.
Se pueden clasificar dentro de este grupo aquellos vinos que no son espumosos, de aguja ni de licor, según el Reglamento (CE) Nº 1493/1999 del Consejo del 17 de mayo de 1999. Los vinos tranquilos son los vinos más comunes que se consumen y pueden clasificarse como vinos de mesa, vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP), Denominación de Origen (DO) o incluso vinos de Pago.
Cada una de estas categorías tiene sus propias regulaciones y requisitos de producción, lo que se traduce en una amplia variedad de vinos tranquilos disponibles en el mercado. Desde vinos sencillos y económicos para el consumo diario hasta vinos más exclusivos y sofisticados, hay opciones para todos los gustos y presupuestos.
Características propias
Como ya sabes, los vinos tranquilos poseen unas características y propiedades concretas que los diferencian:
En primer lugar, y continuando con lo ya mencionado previamente, los vinos tranquilos son aquellos que no tienen burbujas y no han pasado por procesos de carbonatación. Estos vinos se caracterizan por tener una mayor complejidad aromática y sabor en comparación con los vinos espumosos. Además, los vinos tranquilos se elaboran con una amplia variedad de uvas y procesos de vinificación, lo que les da una gran diversidad de estilos y sabores. Desde los vinos tintos con cuerpo y notas especiadas hasta los vinos blancos con aromas frutales y florales, los vinos tranquilos ofrecen una amplia gama de opciones para los amantes del vino.
Asimismo, cuando se trata de la conservación estos vinos, es importante tener en cuenta que la temperatura y las condiciones de almacenamiento son cruciales para mantener la calidad del vino. Lo cierto es que deben almacenarse en lugares frescos y oscuros para evitar la oxidación y el deterioro de los aromas y sabores.
Es recomendable almacenar los vinos tranquilos en posición horizontal para mantener el corcho húmedo y evitar la entrada de aire en la botella. Con el cuidado adecuado, los vinos tranquilos pueden envejecer y desarrollar sabores y aromas aún más complejos con el tiempo.
Si quieres conocer sobre la conservación de los vinos en casa, ¡este artículo te resultará interesante!
¿Cuáles son los vinos tranquilos?
Entonces, ¿cuáles son los tipos de vinos tranquilos que puedes encontrar en el mercado? Es posible clasificar los vinos tranquilos atendiendo a dos aspectos generales: el color y el azúcar.
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Según el color, encontramos tres:
- Vinos blancos tranquilos: se elaboran con uvas blancas y su color varía entre el amarillo pálido y el dorado. Estos vinos suelen tener un sabor fresco y afrutado, con una acidez equilibrada que les permite ser maridados con platos ligeros como ensaladas, pescados o mariscos. Uno de nuestros mejores vinos blancos tranquilos es el Alhocen Chardonnay fermentado en barrica ¡Encuéntralo en la tienda online!
- Vinos tintos tranquilos: se elaboran con uvas tintas y su color varía desde el rojo intenso al granate. Estos vinos tienen un sabor más complejo y estructurado, con notas a frutos rojos, especias y taninos que les otorgan una personalidad única.
En Miguel Domecq ofrecemos distintas botellas de este tipo de vino, como nuestro Entrechuelos Premium o Entrechuelos Roble, entre otros. Se pueden maridar con platos más contundentes como carnes rojas, guisos y quesos fuertes. - Vinos rosados tranquilos: se elaboran con uvas tintas pero su tiempo de maceración con las pieles es menor, lo que les confiere un color rosa pálido o salmón. Estos vinos suelen ser frescos y ligeros, con notas a frutos rojos y florales, y son ideales para maridar con platos de comida mediterránea como paellas, arroces o ensaladas. ¡Prueba nuestro Entrechuelos Rosado!
Por otro lado, si atendemos a los niveles de azúcar, pueden clasificarse en vinos secos, semi-secos, dulces y semidulces. A este último grupo pertenece nuestro famoso Entrechuelos Semidulce.
Además, los vinos tranquilos pueden tener diferentes aromas y sabores dependiendo de la variedad de uva utilizada, el tipo de suelo y las condiciones climáticas en las que se cultivó la vid. Por lo tanto, cada tipo de vino tiene su propia personalidad y características únicas.
Vinos tranquilos y espumosos, ¿cuál es la diferencia?
Entonces, ¿en qué se diferencian los vinos tranquilos de los espumosos? Lo cierto es que estos son dos tipos de vino muy diferentes entre sí. La principal diferencia radica en su contenido de dióxido de carbono (CO2). Los primeros tienen una concentración de CO2 inferior a 4 gramos por litro a 20°C, mientras que los vinos espumosos tienen una concentración mayor, lo que les da su característica efervescencia y burbujas.
Otra diferencia importante entre ambos vinos es su proceso de elaboración. Los vinos espumosos se elaboran mediante un proceso de segunda fermentación, en el cual se añade levadura y azúcar al vino ya elaborado, lo que produce la liberación de CO2. Este proceso puede llevarse a cabo en botella (método champenoise), en tanque (método Charmat) o en botella cerrada con tapón de rosca (método transfer). Por otro lado, los vinos tranquilos se elaboran mediante un proceso de fermentación alcohólica en el cual el mosto se convierte en vino sin la adición de levadura ni azúcar adicional.
En cuanto a su sabor y maridaje, los tranquilos suelen tener un carácter más suave y equilibrado que los vinos espumosos, lo que los hace ideales para maridar con platos ligeros como ensaladas, pescados o mariscos. Por otro lado, los vinos espumosos son más intensos y refrescantes, y suelen maridar bien con comidas más contundentes como carnes, quesos o postres.
En definitiva, ambos son dos vinos muy distintos, tanto por su contenido de CO2 como en su proceso de elaboración y sabor, lo que los hace ideales para diferentes momentos y ocasiones.
Vinos Tranquilos de Cádiz: Bodega Miguel Domecq “Entrechuelos”
En la región de Cádiz, nos encontramos la bodega Miguel Domecq “Entrechuelos”, una de las más destacadas de la zona en la producción de vinos tranquilos. Esta bodega cuenta con una larga tradición vitivinícola, ubicada en el Marco de Jerez. Tras siglos de historia durante los que la familia Domecq ha sabido transmitir de generación en generación su amor por la tierra y el vino, nació Miguel Domecq ”Entrechuelos”.
Entre los vinos tranquilos de nuestra bodega, destacan sus vinos tintos, elaborados a partir de uvas Tempranillo, Cabernet sauvignon y Merlot. Estos vinos se caracterizan por su aroma a frutos rojos y por su sabor equilibrado y suave, con un final persistente en boca.
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También contamos con una amplia variedad de vinos blancos, elaborados a partir de uvas Chardonnay y Sauvignon blanc. Estos vinos se caracterizan por su aroma fresco y afrutado, con notas a manzana verde y cítricos.
Por último, cabe destacar la producción de vinos rosados de la bodega Miguel Domecq “Entrechuelos”, elaborados a partir de uvas Tempranillo, Syrah y Merlot. Estos vinos tienen un color rosado intenso y un aroma fresco y afrutado, con notas a fresa y frambuesa.
Si estás en la zona de Cádiz, no dudes en visitar la bodega Miguel Domecq “Entrechuelos” y probar nuestros exquisitos vinos tranquilos.