Historia del vino en Jerez

La historia de la familia Domecq empieza con Juan Haurie, hermano de la sexta abuela de Miguel Domecq, que funda una bodega en Jerez el año de 1.730. Su labor es continuada por sus sobrinos comandados por Juan Carlos Haurie que desarrollaron mucho la compañía hasta llegar a ser la mayor de las bodegas de Jerez.

De la tercera generación, sus sobrinos nietos, destaca Pedro Domecq, que después de devenir propietario único de la firma, le dio su nombre a compañía: Pedro Domecq. Desde su tiempo hasta 1931 Pedro Domecq tuvo el privilegio en exclusiva de lucir en sus etiquetas el símbolo de suministrador de los Reyes de España.

La cuarta generación y la última de propietario único, es Pedro Domecq Lustau, que además de vinos desarrolla un importante negocio de brandy.

De la quinta generación, los hermanos Domecq Villavicencio destacamos a Juan Pedro. Es la generación que expande el negocio multiplicando su presencia en el mundo.

De la sexta generación, que internacionaliza el negocio, fundando Bodegas en muchos países destacamos a Juan Pedro Domecq y Díez, uno de los más activos promotores del negocio.

Hijo de Juan Pedro es Miguel Domecq, perteneciente a la séptima generación de la saga, que también ha dedicado su vida profesional a la firma Pedro Domecq, como miembro del Comité Ejecutivo durante 25 años. La empresa continuó siendo familiar hasta su venta, a finales del pasado siglo, cuando era la octava empresa de vinos y licores del mundo.

A partir de ese momento, Miguel Domecq desarrolla la bodega Miguel Domecq para continuar la tradición familiar.

UN GRUPO DE PERSONAS ENTUSIASTAS Y COMPROMETIDAS, UNIDAS POR UNA ILUSIÓN COMÚN.