La saga Domecq

Una historia de familia y vinos

Historia de la familia Domecq

Desde tiempos ancestrales el vino ha sido apreciado y venerado por el hombre en diferentes culturas. Su origen se sitúa en Asia Occidental hace más de 10.000 años y con los fenicios llegó a Occidente a través de Cádiz aproximadamente 1.100 años antes de J.C.

Desde entonces, la región de Cádiz ha estado tradicionalmente vinculada a la cultura del vino perfeccionando continuamente sus técnicas de elaboración para obtener vinos de la más alta calidad. Esto la ha consagrado como una de las principales regiones vinícolas del mundo, reconocida por su excelencia en la calidad y por su marcada personalidad.

La ascendencia de Miguel Domecq en Jerez se remonta a la época de la reconquista (S.XIII), donde sus antepasados, los Núñez de Villavicencio junto a un grupo de caballeros, por mandato del rey Alfonso X “El Sabio”, reconquistaron la Ciudad de Jerez.

Siglos más tarde, bajo los legendarios linajes franceses Haurie y Domecq establecidos en Jerez desde principios del siglo XVIII, emparentados familiarmente y comercialmente en Francia e Inglaterra, nació una nueva era de la industria vitivinícola de Jerez transformando la vitivinicultura tradicional en la agroindustria vinatera moderna.

Fue Jean Haurie en 1778, tras un largo pleito en la Corte de Castilla, quien consiguió una Real Orden que liberalizaba la producción y el comercio de vinos en España. 

Pedro Domecq Lembeye -sobrino nieto de Jean Haurie-, que comercializaba los vinos de Haurie en Inglaterra, se instaló en Jerez en 1816 para recuperar los activos perdidos de su tío tras la ruina que le provocaron los impagos de las tropas invasoras napoleónicas. En 1822, transformó la compañía Juan Haurie y Sobrinos en Pedro Domecq. Como conocedor de la demanda que había en Inglaterra, centró todos sus esfuerzos en la producción de vinos de la más alta calidad.

En 1823, el rey Fernando VII visitó sus bodegas y lo nombró primer Gentilhombre de Cámara en Europa, nombrándolo proveedor de vinos de la Real Casa. Desde entonces, los Domecq tuvieron el privilegio de lucir, en exclusiva en sus etiquetas, el escudo de la Casa Real, identificando a la compañía como proveedor oficial.

Pedro Domecq Loustau, sobrino de Pedro Domecq Lembeye y bisabuelo de Miguel Domecq, creó el primer “cognac” que se hizo en España y es el padre, por tanto, de todos los brandies que se producen en esta nación. En 1880 creó y patentó también el primer vino espumoso de Jerez, estilo Champagne, al que denominó “Sparkling Sherry”, y en 1887 fue premiado por su “vino tinto estilo burdeos”, producido también en Jerez. Fue un innovador nato, defensor de la calidad y de la certificación de los vinos en origen.

Miguel Domecq, tras más de 30 años trabajando en funciones ejecutivas en Bodegas Pedro Domecq, -primera industria del sector y heredero de una tradición vitivinícola de siete generaciones dedicadas ininterrumpidamente a la elaboración y comercialización de vinos de calidad-, personifica la fusión entre el legado familiar de estas siete generaciones y la modernidad del siglo XXI. Desde la creación de su propia bodega, ha dedicado sus esfuerzos a la innovación y a la mejora de vinos de mesa tintos y blancos en esta región, así como a recuperar los “vinos espumosos” de Jerez que ya en los siglos XVIII y XIX elaboraban y comercializaban a nivel internacional sus antepasados.

La singularidad del terruño del Jerez Interior de donde proceden sus vinos es el resultado de un clima mediterráneo con más de 3.000 horas de sol al año; una ubicación geográfica estratégica entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo; una orografía de cerros y suaves colinas próximas a la Sierra de Cádiz, que registra el mayor índice pluviométrico de España y aporta amplitud térmica y alta humedad; un suelo de albarizas de barajuelas que conserva la humedad de las raíces de las cepas y asegura su hidratación durante los meses más cálidos del año, y una tradición vitivinícola milenaria. Todos estos factores dan como resultado vides de una estructura y complejidad únicas, que aportan a los vinos de esta zona de Jerez un carácter y una calidad excepcional.

Los vinos de Miguel Domecq son un símbolo de excelencia; un tributo a la pasión y al compromiso con la perfección; una conexión con la tierra, con la historia y con las generaciones que le precedieron; un homenaje a la tradición vitivinícola de la región y al trabajo de quienes dedicaron y dedican sus vidas a crear estas obras maestras.

Una pasión heredada

Nuestro equipo

UN GRUPO DE PERSONAS ENTUSIASTAS Y COMPROMETIDAS, UNIDAS POR UNA ILUSIÓN COMÚN.

Miguel Domecq

Miguel Domecq

Presidente

Rafael Domecq

Rafael Domecq

Director General

José García-Delgado

José García-Delgado

Director Comercial

Joaquín Gómez

Joaquín Gómez

Enólogo

Anastasio Bazán

Anastasio Bazán

Director Técnico

Oscar Lescure

Oscar Lescure

Asesor de viñedo

Juan Carrillo

Juan Carrillo

Maestro de Bodega

José Fernández

José Fernández

Encargado de Viñedos

J. Antonio Martínez

J. Antonio Martínez

Responsable Exportaciones

Jaime Arias

Jaime Arias

Responsable de Marketing

Alfonso Royán

Alfonso Royán

Jefe de Administración

María José Barroso

María José Barroso

Administración

Miguel Domecq
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